29.6.10

PANERO

Un étranger

Produce cierta melancolía,
una tristeza decadente -literaria sin duda-
como algunas canciones de entreguerras
o páginas perdidas de Drieu La Rochelle,
ver a un hombre solo, apartado y distante,
en la barra de un bar con decorado internacional.
En esa imprecisa edad, tan imprecisa como la luz del ambiente,
en que ya no es joven ni viejo todavía
pero lleva en sus ojos marcada su derrota
cuando con estudiado gesto enciende un cigarrillo.
Las muchas canas y las muchas camas,
un indudable estómago que la camisa inglesa apenas disimula,
el temblor, no demasiado visible, de su mano en un vaso,
son parte del naufragio, resaca de la vida.
Un hombre que espera ¿quién sabe qué?
y aspirando el humo, mira con declarada indiferencia
las botellas enfrente, los rostros que un espejo refleja,
todo con la especial irrealidad de una fotografía.
y es aún, algo más triste, un hondo suspiro reprimido,
ver al fondo del vaso -caleidoscopio mágico-
que ese hombre eres tú irremediablemente.
No queda entonces sino una sonrisa: escéptica y lejana,
-aprendida muy pronto y útil años después-
de un largo trago acabar la bebida,
pagar la cuenta mientras pides un taxi
y decirte adiós con palabras banales.

"Antes que llegue la noche", 1985

5 comentários:

S.C. disse...

Hopper?

floribundus disse...

parece o esboço psicológico do sô zé sapatilhas
que transformou em 'sopa dos pobres' o que poderia ter sido um país mas nunca será.
ontem antes de adormecer estive a ler Fernand Braudel em Les jeux de l'echange. as fontes que cita sobre o rectângulo do séc XVIII mostram que a mentaldade não mudou e não iremos a parte nenhuma.
continuaremos 'socialisticamente' com «uma mão cheia de nada,
outra de coisa nenhuma»

rose disse...

Hooper...grande escolha.

Unknown disse...

esse quadro... que podia passar pelo mistério da condição humana... tantas horas gastas a olhar para ele... contudo, o que é que diminui a dignidade real do maior criminoso? Nada. Pulvis est.

Paz, na medida do possível.

Anónimo disse...

O quadro é que me interessa.
A ministra ceráfica e os rapazinhos que ela sustenta - com sangue alheio - que têm duas mãos esquerdas e um tumor em lugar de cabeça, deviam olhar para esta pinturinha. Demoradamente.

Ass.: Besta Imunda