3.3.06

O DIREITO À IRREVERÊNCIA

Puede llegar a ocurrir lo mismo algún día en la Europa de Voltaire, la de las luces, la que instauró como un principio básico de la civilización el derecho de crítica, de irreverencia, no sólo ante los gobiernos sino también ante los dioses, la libertad de expresión y la convivencia de diversos credos, costumbres e ideas en una sociedad abierta? Vale la pena preguntárselo, porque, a raíz del escándalo de las viñetas blasfemas, una buena parte de la Europa que disfruta de esa cultura de la libertad ha mostrado una prudencia o desgano en la defensa de lo mejor que tiene y que ha legado al mundo. Parecería que el poder de intimidación del extremismo islamista comienza también a tener efectos estupefacientes en el corazón mismo de la cuna de la democracia. (...) Buena parte del silencio de cierta izquierda ante este asunto se debe a que tiene serias dudas sobre cuál es la opción políticamente correcta en este caso. ¿Echarle la culpa de todo al pasado colonialista y racista del Occidente que por su política de humillación y saqueo de los países musulmanes creó el resentimiento y el odio que hoy se vuelven contra él? ¿Defender las actitudes de los extremistas musulmanes en nombre del multiculturalismo? ¿Demostrar, acogotando la sindéresis, que detrás de todo esto están las torvas garras de los Estados Unidos? ¿O, mejor, evitar pringarse en un asunto tan especioso y replegarse una vez más en lo seguro, lanzando las valientes arengas contra la guerra de Irak y la avidez de la Casa Blanca para apropiarse del codiciable oro negro del ocupado Irak y del pobre Irán que se ve obligado a armarse de armas atómicas para no verse engullido por las trasnacionales? Cuando uno piensa que la izquierda estuvo en Europa en la vanguardia de la lucha por conseguir aquella libertad de expresión y de crítica que hoy día está cuestionada por el fanatismo y la compara con la de nuestros días, dan ganas de llorar.
Mario Vargas Llosa, El Derecho a la irreverencia, La Nacion, traduzido e publicado na "6ª", suplemento do Diário de Notícias

3 comentários:

Anónimo disse...

... que dizer mais
... "dan ganas de llorar"

Helder Ferreira disse...

"Perceberam?"
Não.

Anónimo disse...

Se o Vargas Llosa fala dos Estados Unidos, porque é que não lembra que o governo Americano teve uma atitude de condenção das caricaturas? É de propósito?